Eileen

domingo, 24 de julio de 2011

La mayoría del tiempo me siento fea. Y yo no sé si es un problema personal, o si le pasa a muchas mujeres, o si le pasa a todas, pero por lo menos para mí, es un problema y es algo de lo que me cuesta hablar, porque casi siempre la reacción es la misma: “pero no seas tonta! si eres bonita!” o “decís eso sólo para que te digan que no es cierto”.
A veces pienso que para nosotras es difícil encontrarnos bonitas y asumirlo abiertamente, por miedo a que nos tilden de creídas; otras veces pienso que puede tener que ver con el estigma de que las mujeres bonitas son tontas. No sé muy bien qué será, pero me da la impresión de que la mayoría de las mujeres que conozco, incluyéndome a mí, no están contentas con su apariencia, en distintos grados, o si lo están, no lo dicen.
Es obvio que tiene que ver con la confianza y con la seguridad, y la mayoría del tiempo me siento segura, pero por ejemplo pensar en desvestirme frente a mi pololo me da una ansiedad terrible, o cuando me toman fotos no puedo evitar buscarme los defectos.

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