Eileen

sábado, 8 de enero de 2011


Nuestro corazón a veces por situaciones difíciles y de dolor automáticamente se cierra a posibles experiencias que puedan evocar esas situaciones, aunque muchas veces lo hacemos nosotros mismos conscientemente por miedo a que nos suceda lo mismo y volvamos a sufrir.  Erradamente nos negamos las posibilidad de dejar fluir el amor en nuestra vida, empezamos una guerra en nuestro corazón que nos ciega y nos aleja de lo que somos realmente, de la esencia de nuestra alma, de la felicidad.
A veces nos enfocamos sólo en lo que creímos era una verdad en nuestro pasado, decidimos no creer más en el amor, sin saber a donde llegaremos, seguimos defendiendo una actitud que nos hace valorar cualquier cosa menos a la felicidad, la  armonía o al amor, encerrándonos en la queja de ¿Porqué no encuentro a alguien que me ame? ¿Porqué no puedo encontrar al amor? sin recordar que nosotros mismos en nuestro interior hemos encarcelado a esta mágica  fuerza sanadora.
La única forma de dar y recibir amor es rendirse ante esta fuerza y aceptarla en nuestra vida, dejarla fluir deponer las armas y sacra la banderita blanca de la reconciliación, cono nosotros mismos, con nuestro ser, con nuestra alma, con nuestra vida. El amor empieza dentro de ti, cuando eres egoísta y te niegas el dar y recibir amor, te estás negando la fuerza de vida, inspiración y creación.

Abre tu corazón, abre tus brazos, abre tu alma, abre tus sentimientos  entrégate y cree que lo único verdadero es el amor, lo demás no existe, sólo son ilusiones del ego que se han creado para ocupar nuestra atención y desviarnos del estado de armonía y felicidad. Olvida lo que te hizo daño en algún momento en tu vida y todo aquello que creas forma parte de tu pasado y que aún te ata, no importa lo que haya sido, déjalo ir y permite entrar al amor en tu vida de nuevo y disfruta la experiencia de paz y seguridad.
Atrévete a vaciar  ese baúl escondido  para poder  llenarlo de amor.

No hay comentarios: