Eileen

domingo, 10 de enero de 2010


Esta mañana me levante y creí que todo había sido una pesadilla.
No podía entender como había entrado en mi vida, con una simple mirada, con sus ojos azules, y salir de ella con solo cerrarlos para siempre y no poder volver a ver ese brillo en su mirada.
Pero cada minuto y hora que iba pasando, me iba dando cuenta de que era real, no iva a volver, se había marchado para siempre, dejando me sola, con lagrimas en los ojos deseando que solo fuera una pesadilla.
Los días iban pasando, los meses, pero todo seguía igual, en el mundo no había cambiado nada, pero yo , en mi interior sentía que una parte de mi se había ido con esos ojos azules que un día se cerraron y nunca mas se volvieron a abrir .
Por mucho que lo deseara, esto era mi vida ahora, llena de tristeza por dentro deseando volver a ver esos ojos, ese brillo en su mirada, que me enamoro un viernes al anochecer.
Ese día quedaría gravado en mi memoria por siempre y para siempre.
Hoy me he vuelto a levantar y al abrir los ojos, le vi, vi esos azules con ese brillo inconfundible clavandose en lo mas profundo de mi alma, y entonces entendí que la pesadilla había terminado.
Mire alrededor y era todo de un color blanco y azul celeste, y volví a clavar mi mirada en sus ojos, para nunca mas apartarlos de ellos.
Solo existíamos nosotros dos en ese mundo perfecto, donde nadie podía entrar ni salir.

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